jueves, 28 de enero de 2016

Preparados, listos, ya...

Esas suelen ser las palabras mágicas que dan la salida a todas aquellas pruebas deportivas más modestas. Aquellas en las que no lo hace una pistola…

El pasado 31 de diciembre se celebró en Sádaba (Zaragoza), la tercera edición de la cada vez más famosa San Silvestre y, como no, me dispuse a hacer un pequeño reportaje del evento.

A la hora de la salida el cielo estaba completamente cubierto y había llovido momentos antes. Pensé que si se mantenían esas condiciones podrían salir “buenas fotos” al carecer de sombras duras; una característica que cada vez valoro más en las fotografías de retrato y en las de personas en general.

Me atrevo a relataros los ajustes y decisiones que tomé para la realización de estas fotos. Quizás sea un poco presuntuoso, no lo sé… pero me lanzo a la “piscina”… Sólo vosotros podéis valorarlo a tenor de los resultados.
  
Como iba a realizar las fotos cerca de los participantes y no dispondría de mucho tiempo, pensé que la utilización de una sola óptica que me cubriera el mayor rango posible sería la mejor opción.

Me gusta utilizar el modo manual de mi cámara, teniendo así el total control de los parámetros de la exposición. Sin embargo, para esta ocasión he utilizado el modo programa ya que éste me permite rapidez en el disparo, manteniendo el control de la velocidad, el diafragma y la sensibilidad. En este modo la cámara nos propone la velocidad y el diafragma correctos, pero nosotros podemos modificarlos, de tal forma que si lo hacemos con la velocidad la cámara ajusta el valor correcto del diafragma o al revés. Debo reconocer que, cada vez más, lo estoy utilizando más frecuentemente.

Normalmente tengo disociado el botón de enfoque con el de disparo, de tal forma que hago el preenfoque, compongo la escena y finalmente disparo. Para la mayoría de estas tomas no utilicé esa configuración y lo hice como normalmente viene configurado: asociado el botón de enfoque con el de disparo, ya que prima la rapidez. Prefiero, posteriormente, recomponer en la edición aquellas tomas en las que fuera necesario hacerlo.

Habitualmente utilizo el modo de enfoque simple. A la hora de hacer una foto, fijo el punto de enfoque y puedo recomponer sin temor a que éste se modifique. Para las tomas de movimiento, excepto en las que he utilizado la técnica de barrido, utilicé el modo de enfoque continuo, de tal forma que, una vez fijado el enfoque, la cámara (con más o menos suerte) sigue el movimiento del objeto enfocado.

El barrido, es otro “cantar” y hace falta mucha técnica (que yo no tengo), práctica y suerte, cuanto más se tenga de las dos primeras, la tercera aparece con más frecuencia… Se trata de seguir con la cámara al motivo a fotografiar colocándonos lo más paralelamente posible al mismo, oprimir el botón de disparo un instante antes de lo que consideremos la posición correcta y proseguir su movimiento. 

Para ello configuro el modo manual de mi cámara para poder ajustar, previamente al disparo, la velocidad, el diafragma y la sensibilidad. 

Para calcular la velocidad de disparo, normalmente empiezo utilizando una igual o inferior a la focal utilizada. Por ejemplo si utilizo un 50 mm. ajustaré a 1/50 seg. o menos. No cabe duda que esto dependerá de lo que estemos fotografiando, no es lo mismo fotografiar a un corredor que a un automóvil, pero considero que puede ser un buen punto de partida; unas pruebas previas nos podrán orientar sobre ese parámetro.

También disocio el botón de disparo con el del enfoque o utilizo en enfoque manual. De esta forma preenfoco sobre el hipotético sitio donde se va a situar nuestro objetivo y, utilizando un diafragma que me garantice una suficiente profundidad de campo, espero el momento oportuno para tomar la fotografía.

Como podéis comprobar en esta técnica (o por lo menos a mí) hace falta tomar muchas fotos para obtener unas pocas “decentes” y, con mucha suerte, alguna “buena”...

Seguro que me dejo muchas “cosas en el tintero” para otras ocasiones… Mientras tanto deseo que os guste este pequeño reportaje.

Datos de las tomas:
Cámara: Sony DSLR A700
Objetivo: Sony DT 16-105 mm., f/3.5-5.6
CE: Compensación en la exposición

16 mm. (24 mm. eq. en FF) - f/10 - 1/160 seg. - ISO 200 - CE: +0,7

70 mm. (105 mm. eq. en FF) - f/6.3 - 1/125 seg. - ISO 400

20 mm. (30 mm. eq. en FF) - f/10 - 1/80 seg. - ISO 200 - Recorte en formato 1/2

30 mm. (45 mm. eq. en FF) - f/6.3 - 1/100 seg. - ISO 200

16 mm. (24 mm. eq. en FF) - f/8 - 1/80 seg. - ISO 200 - CE: +0,3

55 mm. (83 mm. eq. en FF) - f/6.3 - 1/200 seg. - ISO 400

18 mm. (27 mm. eq. en FF) - f/9 - 1/25 seg. - ISO 100

50 mm. (75 mm. eq. en FF) - f/8 - 1/200 seg. - ISO 400

20 mm. (30 mm. eq. en FF) - f/9 - 1/25 seg. - ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) - f/8 - 1/200 seg. - ISO 400

35 mm. (53 mm. eq. en FF) - f/5.6 - 1/200 seg. - ISO 400

26 mm. (39 mm. eq. en FF) - f/6.3 - 1/200 seg. - ISO 400

50 mm. (75 mm. eq. en FF) - f/5.6 - 1/200 seg. - ISO 400

26 mm. (39 mm. eq. en FF) - f/8 - 1/200 seg. - ISO 400

Nacidos después del 2.005
45 mm. (68 mm. eq. en FF) - f/5 - 1/400 seg. - ISO 400

Nacidos entre 2.002 y 2.005
45 mm. (68 mm. eq. en FF) - f/5 - 1/400 seg. - ISO 400

Nacidas antes del 2.002
40 mm. (60 mm. eq. en FF) - f/5 - 1/400 seg. - ISO 400

Nacidos antes del 2.002
35 mm. (53 mm. eq. en FF) - f/5 - 1/400 seg. - ISO 400

Trofeo al mejor disfraz
35 mm. (53 mm. eq. en FF) - f/5 - 1/400 seg. - ISO 400

Reponiendo fuerzas
16 mm. (24 mm. eq. en FF) - f/8 - 1/125 seg. - ISO 400

16 mm. (24 mm. eq. en FF) - f/9 - 1/125 seg. - ISO 400

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