jueves, 16 de enero de 2020

Calidad de la luz

Una vez oí que una fotografía debería comenzar con la preparación de la cámara y los materiales que vayamos a utilizar y debería de acabar en el laboratorio; hoy en día, nuestro ordenador con nuestro programa de edición preferido. Dentro de todo ese proceso intermedio tendremos que trabajar con la luz (auténtica materia prima de la fotografía) y, para llegar con éxito al resultado que tenemos en mente, deberemos saber trabajar con ella y manipularla.

Para ello es esencial conocer sus propiedades: La calidad, el color, la dirección y la intensidad son las cuatro cualidades esenciales que debemos dominar. Conociéndolas con detalle nos facilitará la identificación de las condiciones más idóneas para tomar nuestras fotografías y poder utilizarla con creatividad.

En esta entrada os voy a hablar sobre la calidad de la luz. La identificaremos fácilmente por la suavidad o dureza de las sombras que genera y siempre viene producida por la relación existente entre el tamaño de la fuente que emite la luz y el tamaño del objeto que estamos fotografiando. Es decir, cuanto más grande sea la superficie que emite la luz con respecto al objeto fotografiado, las sombras serán más suaves y, al contrario, una fuente de luz pequeña frente a un objeto grande, nos generará sombras duras y marcadas así como un contraste intenso. Por ello, aunque parezca todo lo contrario, nada tiene que ver su intensidad.

Qué tipo de luz es mejor, pues como diría un gallego: “depende”… Si queremos marcar los detalles, contraste elevado, marcar mucho las formas, dar carácter, agresividad o fuerza: Luz dura (fuente de luz pequeña frente a un objeto grande con respecto a ésta). Por el contrario, si queremos transmitir una sensación de melancolía, ternura o romanticismo, lo más indicado es la luz suave (fuente de luz grande frente a un objeto más pequeño con relación a ésta).

En fotografía macro he empezado a utilizar un modificador para el flash que me permite suavizar mucho la luz. Como los objetos a fotografiar son muy pequeños con respecto a la luz generada, las sombras son muy suaves. Es si como en un retrato utilizáramos un softbox de grandes dimensiones para iluminar a la persona retratada. Por otro lado, como está situado en una posición de unos 45º sobre el eje del objetivo, le da dirección (otra de las propiedades de la luz) y crea sensación de volumen, cosa que no haría si fuera una luz frontal.




Os dejo unos ejemplos de lo que podemos conseguir con este modificador. ¡Deseando estoy de que llegue la época de fotografiar "bichos"...!

Datos de las tomas:
Cámara: Sony DSLR A700
Objetivo: Sigma 90 mm. f/2.8 Macro (135 mm. eq. en FF)
Flash Metz 36 AF-4S + Difusor Neewer

f/3.5 – 1/200 seg. – ISO 400

f/3.5 – 1/200 seg. – ISO 400

f/3.5 – 1/100 seg. – ISO 400

f/5.6 – 1/125 seg. – ISO 400

f/5.6 – 1/125 seg. – ISO 400

f/5.6 – 1/125 seg. – ISO 400

f/5.6 – 1/125 seg. – ISO 400

f/5.6 – 1/125 seg. – ISO 400

f/8 – 1/60 seg. – ISO 400

f/8 – 1/60 seg. – ISO 400

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