Teníamos muchas ganas de visitar esta población, aun sabiendo que no era la mejor época del año para hacerlo ya que, seguramente, nos encontraríamos con su emblema un tanto ensombrecido: Posiblemente encontráramos su cascada con muy poca agua… Todo no se puede tener, y los días libres están cuando están…
Pero el día no podía empezar mejor… Un precioso amanecer nos daba los buenos días… Altamente motivados y con las "baterías" recargadas tomamos dirección hacia allí.
Orbaneja del Castillo está declarado Conjunto Histórico Artístico desde el año 1.993. Su casco urbano, formado por un entramado de estrechas calles, queda divido en dos partes por un arroyo que, finalmente, se convirtiéndose en un hermoso salto de agua de 25 metros de altura.
El agua brota del subsuelo a través de la Cueva del Agua. Su caudal es constante, pero es en la temporada de las lluvias y el deshielo cuando alcanza todo su esplendor. La mejor época para visitar este pueblo, sin duda alguna, tiene que ser la primavera.
Aunque su nombre haga referencia a un castillo, cuando vayáis no preguntéis por él, ya que no lo hay, o si… Orbaneja del Castillo está rodeado por uno de los más impresionantes conjuntos kárticos de la Península que, visto desde la distancia, se asemeja a las ruinas de unas impresionantes murallas, de allí su denominación. Destacan “Los Camellos”, la figura de dos camélidos que parecen besarse dejando entre ellos un hueco que se asemeja a la figura del continente africano… Aunque los oriundos siempre lo han denominado “La Ventana Cerrada”…
Llegó la hora de comer y, sorpresa, no había ningún restaurante abierto. Por lo visto, por muy raro que parezca ya que es un lugar tremendamente turístico, en esta época del año (septiembre) cierran los pocos establecimientos que hay en la población. Tenerlo en cuenta a la hora de planificar el viaje. Nosotros comimos en la cercana localidad de Escalada, en el mesón “La Tasca”; un pequeño restaurante de carretera en el que, con menús muy sencillos, se come tremendamente bien.
Queríamos aprovechar la tarde visitando el mirador del Cañón del Río Ebro, no sin antes reposar la comida y, con mucha más razón, la bebida… Dimos un agradable paseo por esa localidad que, junto con el mirador, me quedará pendiente para mostraros en una
próxima entrada.
Datos de las tomas:
Cámara: Sony DSLT A77
Objetivo: Sony DT 16-105 mm. f/3.5-5.6
CE: Compensación de la exposición
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16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/22 – 1/60 seg. – ISO 200 – CE: –1 EV |
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16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/5 – 1/40 seg. – ISO 100 |
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28 mm. (42 mm. eq. en FF) – f/7.1 – 1/60 seg. – ISO 200 |
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35 mm. (52 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/320 seg. – ISO 200 – CE: –0.3 EV |
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75 mm. (112 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/400 seg. – ISO 100 – CE: –0.3 EV |
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30 mm. (45 mm. eq. en FF) – f/6.3 – 1/200 seg. – ISO 100 – CE: –0.3 EV |
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16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/160 seg. – ISO 100 |
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20 mm. (30 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/125 seg. – ISO 100 |
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16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/4.5 – 1/500 seg. – ISO 100 |
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105 mm. (157 mm. eq en FF) – f/5.6 – 1/320 seg. – ISO 100 – CE: –0.3 EV |
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16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/7.1 – 1/400 seg. – ISO 100 |
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16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/4.5 – 1/30 seg. – ISO 100 |
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16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/9 – 1/200 seg. – ISO 100 – CE: –0.3 EV |
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20 mm. (30 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/160 seg. – ISO 100 – CE: –0.3 EV |
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16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/5.6 – 1/125 seg. – ISO 100 |
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16 mm. (24 mm. eq en FF) – f/8 – 1/250 seg. – ISO 100 |
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16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/7.1 – 1/200 seg. – ISO 100 |
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16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/6.3 – 1/160 seg. – ISO 100 |
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