Aprovechando un día de descanso, nos propusimos visitar el Monasterio de El Pueyo y el Salto del Bierge. Pero vamos a empezar por el principio:
En la reconquista de Barbastro a los musulmanes, allá por el año 1.101 (¡sí que me he ido al principio…!), cuenta la leyenda que al Sr. Balandrán, un humilde ovejero, mientras pastaba a su rebaño se le apareció la virgen sobre un almendro cargado de fruto y, como ya habréis podido adivinar, le indicó que levantara un santuario en ese punto. Así es como relata la leyenda el origen del monasterio de El Pueyo, un enclave religioso con más de 900 años de historia.
Está ubicado a unos tres kilómetros de Barbastro en dirección a Huesca, Se sitúa en una colina a poco menos de 700 metros de altura, por lo que desde allí tenemos una estupenda panorámica de la comarca del Somontano de Barbastro y los Pirineos centrales y orientales.
Actualmente, este monasterio está bajo el cuidado de la congregación de monjes del Instituto del Verbo Encarnado y ofrecen visitas guiadas al turista e incluso tienen servicio de hospedería.
Si visitáis la zona, no os olvidéis de este enclave, que merece mucho la pena…
Seguido nos fuimos a visitar el Salto del Bierge, ya que teníamos intención de comer allí y disfrutar del resto de la tarde.
La construcción de un molino harinero, reconvertido después para aprovechamiento hidroeléctrico, originó la construcción de una hermosa presa sobre el río Alcanadre. Este lugar, hasta no hace mucho, era una verdadera atracción para los bañistas, gracias al remanso de agua que se forma antes y después de precipitarse por el azud. Actualmente (lo digo en confianza y sin que nos oiga nadie), como diría Leo Harlem: "si no es estrictamente necesario no vayáis…"
Desde que han limitado el acceso, quizás por otro lado una actuación totalmente necesaria, el lugar ha perdido prácticamente todo su encanto, o por lo menos a nosotros no lo pareció... El recinto está vallado, no puedes acceder al baño por debajo de la cascada, si quieres comer de picnic tienes que cruzar el río intentando que tu comida no se moje y ni siquiera puedes hacer una fotografía en condiciones… Menos mal que, tras la decepción llevada, nos dirigimos al pueblo y comimos en la Hostería de Guara, un lugar con un magnífico restaurante y, aunque no estuvimos alojados, todo hacía prever que merecería mucho la pena hacerlo allí…
Datos de las tomas:
Cámara: Sony A7 II
Objetivo: Sony-Zeiss 24-70 mm. f/4
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34 mm. - f/10 - 1/160 seg. - ISO 100 |
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39 mm. - f/10 - 1/250 seg. - ISO 100 |
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51 mm. - f/10 - 1/125 seg. - ISO 100 |
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24 mm. - f/10 - 1/125 seg. - ISO 100 |
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38 mm. - f/8 - 1/200 seg. - ISO 100 - Recorte en formato 1/2 |
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40 mm. - f/8 - 1/250 seg. - ISO 100 |
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51 mm. - f/8 - 1/320 seg. - ISO 100 |
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33 mm. - f/4 - 1/160 seg. - ISO 100 |
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70 mm. - f/9 - 1/200 seg. - ISO 100 |
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36 mm. - f/20 - 1/15 seg. - ISO 50 |
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24 mm. f/4 - 1/1250 seg. - ISO 100 |
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24 mm. - f/9 - 1/250 seg. - ISO 100 |
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70 mm. - f/9 - 1/200 seg. - ISO 100 |
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39 mm - f/9 - 1/200 seg. - ISO 100 |
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70 mm. - f/9 - 1/30 seg. - ISO 100 |
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24 mm. - f/9 - 1/160 seg. - ISO 100 |
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31 mm. - f/9 - 1/400 seg. - ISO 100
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