lunes, 26 de agosto de 2024

Monasterio de El Pueyo y Salto del Bierge

Aprovechando un día de descanso, nos propusimos visitar el Monasterio de El Pueyo y el Salto del Bierge. Pero vamos a empezar por el principio:

En la reconquista de Barbastro a los musulmanes, allá por el año 1.101 (¡sí que me he ido al principio…!), cuenta la leyenda que al Sr. Balandrán, un humilde ovejero, mientras pastaba a su rebaño se le apareció la virgen sobre un almendro cargado de fruto y, como ya habréis podido adivinar, le indicó que levantara un santuario en ese punto. Así es como relata la leyenda el origen del monasterio de El Pueyo, un enclave religioso con más de 900 años de historia.

Está ubicado a unos tres kilómetros de Barbastro en dirección a Huesca, Se sitúa en una colina a poco menos de 700 metros de altura, por lo que desde allí tenemos una estupenda panorámica de la comarca del Somontano de Barbastro y los Pirineos centrales y orientales. 

Actualmente, este monasterio está bajo el cuidado de la congregación de monjes del Instituto del Verbo Encarnado y ofrecen visitas guiadas al turista e incluso tienen servicio de hospedería. 

Si visitáis la zona, no os olvidéis de este enclave, que merece mucho la pena…

Seguido nos fuimos a visitar el Salto del Bierge, ya que teníamos intención de comer allí y disfrutar del resto de la tarde. 

La construcción de un molino harinero, reconvertido después para aprovechamiento hidroeléctrico, originó la construcción de una hermosa presa sobre el río Alcanadre. Este lugar, hasta no hace mucho, era una verdadera atracción para los bañistas, gracias al remanso de agua que se forma antes y después de precipitarse por el azud.  Actualmente (lo digo en confianza y sin que nos oiga nadie), como diría Leo Harlem: "si no es estrictamente necesario no vayáis…"

Desde que han limitado el acceso, quizás por otro lado una actuación totalmente necesaria, el lugar ha perdido prácticamente todo su encanto, o por lo menos a nosotros no lo pareció... El recinto está vallado, no puedes acceder al baño por debajo de la cascada, si quieres comer de picnic tienes que cruzar el río intentando que tu comida no se moje y ni siquiera puedes hacer una fotografía en condiciones… Menos mal que, tras la decepción llevada, nos dirigimos al pueblo y comimos en la Hostería de Guara, un lugar con un magnífico restaurante y, aunque no estuvimos alojados, todo hacía prever que merecería mucho la pena hacerlo allí…

Datos de las tomas:
Cámara: Sony A7 II
Objetivo: Sony-Zeiss 24-70 mm. f/4
 
34 mm. - f/10 - 1/160 seg. - ISO 100

39 mm. - f/10 - 1/250 seg. - ISO 100

51 mm. - f/10 - 1/125 seg. - ISO 100

24 mm. - f/10 - 1/125 seg. - ISO 100

38 mm. - f/8 - 1/200 seg. - ISO 100 - Recorte en formato 1/2

40 mm. - f/8 - 1/250 seg. - ISO 100

51 mm. - f/8 - 1/320 seg. - ISO 100

33 mm. - f/4 - 1/160 seg. - ISO 100

70 mm. - f/9 - 1/200 seg. - ISO 100

36 mm. - f/20 - 1/15 seg. - ISO 50

24 mm. f/4 - 1/1250 seg. - ISO 100

24 mm. - f/9 - 1/250 seg. - ISO 100

70 mm. - f/9 - 1/200 seg. - ISO 100

39 mm - f/9 - 1/200 seg. - ISO 100

70 mm. - f/9 - 1/30 seg. - ISO 100

24 mm. - f/9 - 1/160 seg. - ISO 100

31 mm. - f/9 - 1/400 seg. - ISO 100

martes, 13 de agosto de 2024

Buscando la fórmula.

Creo que no me equivocaría si afirmara que a todos nos gustaría tener un plugging o una acción de Photoshop que, con un simple golpe de ratón, nos permitiera conseguir los resultados que vemos de los fotógrafos que admiramos o seguimos...  Pero, aunque me fastidie mucho reconocerlo, creo que eso es imposible y, aunque se pudiera hacer, creo que no nos gustaría ya que todas las fotografías estarían "cortadas con el mismo patrón". Cada fotografía, al igual que cada fotógrafo, son distintas y se tienen y deben de editar de forma diferente.

Otra cosa es que cada uno intentemos buscar nuestro "sello personal". Admiro a esos fotógrafos que, con solo ver una foto suya ya puedes saber quien es su autor... 

El otro día, trasteando con Photoshop para intentar dar a mis fotografías de paisaje un "toque" distinto. Conseguí una "fórmula" que podía ir bien a ciertas fotografías (no a todas...). Como el proceso es muy sencillo y los resultados no me desagradaron, os muestro los pasos que seguí: 

Una pequeña advertencia: Si no tenéis unas nociones básicas de Photoshop, no sigáis leyendo; no os va a servir de mucho...

Después del revelado y/o la edición de la toma, para las fotografías que os muestro, he seguido este procedimiento:

Creo una capa de ajuste de "Tono / Saturación" y aplico los siguientes valores:

Verdes (saturación): -100
Cianes (saturación): -100
Azules (saturación): -70
Rojo (tono): -20
Amarillo (tono): -20

Seguidamente creo una capa de ajuste, esta vez de curvas y, tirando del centro de la curva, bajo un poco el canal azul. Esta capa la pongo en modo de fusión "luminosidad".

Con ello consigo que los azules y los verdes del fondo sean más neutros y, al mismo tiempo, potencio los verdes y los colores cálidos del primer plano; dando (o a mi me lo parece) más profundidad a la toma.
 
Por supuesto, todos esos valores son un punto de partida. Cada foto es distinta y, posiblemente, necesiten una variación en esos parámetros.
 
Estas dos capas las incluyo en un grupo para, si es necesario, poder bajar su opacidad, o incluso poder crear una máscara de grupo para poder atenuar o quitar el efecto conseguido en las zonas que deseo. 

Como veis es un procedimiento muy sencillo. Si os gustan los resultados, ¿porqué no intentar aplicarlo...?

Datos de las tomas:
Cámara: Sony DSLT A77
Objetivo: Sony DT 16-105 mm.f/3.5-5.6

16 mm. (24 mm. eq. en FF) - f/13 - 1/60 seg. - ISO 100

45 mm. (67 mm. eq. en FF) - f/7.1 - 1/125 seg. - ISO 100

22 mm. (33 mm. eq. en FF) - f/4.5 - 1/320 seg. - ISO 800

35 mm. (52 mm. eq. en FF) - f/9 - 1/200 seg. - ISO 800

30 mm. (45 mm. eq. en FF) - f/6.3 - 1/30 seg. - ISO 160

105 mm. (157 mm. eq. en FF) - f/5.6 - 1/200 seg. - ISO 1000

30 mm. (45 mm. eq. en FF) - f/5 - 1/80 seg. - ISO 100

105 mm. (157 mm. eq. en FF) - f/5.6 - 1/200 seg. - ISO 200

105 mm. (157 mm. eq. en FF) - f/5.6 - 1/200 seg. - ISO 200

jueves, 1 de agosto de 2024

Orbaneja del Castillo

Teníamos muchas ganas de visitar esta población, aun sabiendo que no era la mejor época del año para hacerlo ya que, seguramente, nos encontraríamos con su emblema un tanto ensombrecido: Posiblemente encontráramos su cascada con muy poca agua… Todo no se puede tener, y los días libres están cuando están…

Pero el día no podía empezar mejor… Un precioso amanecer nos daba los buenos días… Altamente motivados y con las "baterías" recargadas tomamos dirección hacia allí.

Orbaneja del Castillo está declarado Conjunto Histórico Artístico desde el año 1.993. Su casco urbano, formado por un entramado de estrechas calles, queda divido en dos partes por un arroyo que, finalmente, se convirtiéndose en un hermoso salto de agua de 25 metros de altura.

El agua brota del subsuelo a través de la Cueva del Agua. Su caudal es constante, pero es en la temporada de las lluvias y el deshielo cuando alcanza todo su esplendor. La mejor época para visitar este pueblo, sin duda alguna, tiene que ser la primavera.

Aunque su nombre haga referencia a un castillo, cuando vayáis no preguntéis por él, ya que no lo hay, o si… Orbaneja del Castillo está rodeado por uno de los más impresionantes conjuntos kárticos de la Península que, visto desde la distancia, se asemeja a las ruinas de unas impresionantes murallas, de allí su denominación. Destacan “Los Camellos”, la figura de dos camélidos que parecen besarse dejando entre ellos un hueco que se asemeja a la figura del continente africano… Aunque los oriundos siempre lo han denominado “La Ventana Cerrada”…

Llegó la hora de comer y, sorpresa, no había ningún restaurante abierto. Por lo visto, por muy raro que parezca ya que es un lugar tremendamente turístico, en esta época del año (septiembre) cierran los pocos establecimientos que hay en la población. Tenerlo en cuenta a la hora de planificar el viaje. Nosotros comimos en la cercana localidad de Escalada, en el mesón “La Tasca”; un pequeño restaurante de carretera en el que, con menús muy sencillos, se come tremendamente bien. 

Queríamos aprovechar la tarde visitando el mirador del Cañón del Río Ebro, no sin antes reposar la comida y, con mucha más razón, la bebida… Dimos un agradable paseo por esa localidad que, junto con el mirador, me quedará pendiente para mostraros en una próxima entrada.

Datos de las tomas:
Cámara: Sony DSLT A77
Objetivo: Sony DT 16-105 mm. f/3.5-5.6
CE: Compensación de la exposición

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/22 – 1/60 seg. – ISO 200 – CE: –1 EV

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/5 – 1/40 seg. – ISO 100

28 mm. (42 mm. eq. en FF) – f/7.1 – 1/60 seg. – ISO 200

35 mm. (52 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/320 seg. – ISO 200 – CE: –0.3 EV

75 mm. (112 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/400 seg. – ISO 100 – CE: –0.3 EV

30 mm. (45 mm. eq. en FF) – f/6.3 – 1/200 seg. – ISO 100 – CE: –0.3 EV

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/160 seg. – ISO 100

20 mm. (30 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/125 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/4.5 – 1/500 seg. – ISO 100

105 mm. (157 mm. eq en FF) – f/5.6 – 1/320 seg. – ISO 100 – CE: –0.3 EV

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/7.1 – 1/400 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/4.5 – 1/30 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/9 – 1/200 seg. – ISO 100 – CE: –0.3 EV

20 mm. (30 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/160 seg. – ISO 100 – CE: –0.3 EV

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/5.6 – 1/125 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq en FF) – f/8 – 1/250 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/7.1 – 1/200 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/6.3 – 1/160 seg. – ISO 100