Frías, la ciudad más pequeña de España...

Después de nuestra visita a Tobera, tocaba ahora hacerlo a la cercana población de Frías, la ciudad más pequeña de España; un título que concedió el Rey Juan II en el año 1.435 y que se conserva hasta la actualidad y es, entre otros, un motivo de orgullo para sus habitantes.

Nada más llegar allí, nuestros estómagos nos estaban dando señales de que había que reponer fuerzas… Decidimos no contravenirlos, que tiempo habría después para visitar este precioso lugar considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. Lo hicimos en el restaurante Ortiz… Bueno, bien, pero no para “tirar cohetes…” Comida correcta al igual que el precio que tuvimos que pagar.

Después de comer nos pusimos a ejercer de turistas, que con la “tripica” llena todo se ve con mejores ojos…

Caminamos por la calle del Mercado, su vía principal repleta de bares, restaurantes y comercios. Pasear por sus calles transmite la sensación de estar caminando entre siglos de historia ya que el tiempo parece estar detenido. De esta calle parten otras secundarias y, algunas de ellas, nos conducen a rincones de gran belleza. 

Llegamos a la iglesia de San Vicente Mártir situada en un extremo del cortado rocoso. Originalmente era una construcción románica, pero con el paso de los años y tras varias reformas se ha convertido en una extraña mezcla de estilos. De su primitiva construcción románica sólo quedan algunos restos.

En el extremo opuesto se encuentra el Castillo de los Duques de Frías, o también llamado Castillo de los Velasco. Una impresionante edificación del siglo X cuya torre del homenaje se encuentra en un eterno equilibrio imposible. Visto desde la calle del Mercado hace pensar que en cualquier momento puede caer sobre los tejados de la población, pero tranquilos, que lleva muchos siglos así…

Nos encontrábamos en el interior de castillo cuando vimos que una gran tormenta se acercaba. Todavía queríamos visitar sus famosas casas colgadas y el puente medieval sobre el río Ebro, pero a duras penas pudimos llegar a nuestro vehículo. Una gran cortina de agua nos obligó a dejarlo para mejor ocasión ya que todo hacía pensar que no se trataba de un simple chubasco. Una excusa perfecta para volver a ese precioso lugar… 

Datos de las tomas:
Cámara: Sony DSLT A77
Objetivo: Sony DT 16-105 mm. f/3.5-5.6
EA: Estabilizador de cámara activado

18 mm. (27 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/250 seg. – ISO 100

30 mm. (45 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/125 seg. – ISO 100

28 mm. (42 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/320 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/500 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/9 – 1/125 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/160 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/250 seg. – ISO 100

18 mm. (27 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/400 seg. – ISO 100

17 mm. (25 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/400 seg. – ISO 100

28 mm. (42 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/160 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/100 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/60 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/9 – 1/80 seg. – ISO 100

105 mm. (157 mm. eq. en FF) – f/9 – 1/125 seg. – ISO 100 – EA

24 mm. (36 mm. eq. en FF) – f/9 – 1/60 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/4.5 – 1/80 seg. – ISO 100

35 mm. (52 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/50 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/60 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/4 – 1/400 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/60 seg. – ISO 100