Unos amigos me propusieron que les hiciera unas fotografías para cambiar así sus carteles promocionales, me refiero al dúo Fani y Leo, unos grandes músicos y mejores personas. Era un reto un tanto complicado y con cierta responsabilidad pero, ¿qué podía salir mal?, si no eran de su agrado siempre podría hacer ese trabajo otro fotógrafo con más conocimientos… Así que, como me gustan los retos, acepté con agrado.
Quedamos unos días antes de la sesión para inspeccionar los posibles escenarios, hacerme una idea de lo que querían y, lo más importante, lo que yo podía ofrecerles. Sabía que la sesión no podía durar más de una hora, como mucho dos; hacerla más larga se vería reflejado en la actitud de los modelos que se van cansando de “ponte ahí, sube la cara, baja las manos, gira el cuerpo…” y eso, con toda seguridad, se vería reflejado en los resultados.
Una vez visto lo que querían, me preparé y dibujé unos cuantos esquemas de iluminación e incluso me hice algunos bocetos de lo que quería hacer. Creo que empezar un trabajo sin tener muy claro lo que quieres es todo un error y, lo más importante, una pérdida de tiempo para los interesados y para mí.
Una vez metidos en materia me percaté de que no me había dado cuenta de lo más obvio… la sala donde íbamos a desarrollar la sesión era muy pequeña y además, como elemento principal del atrezzo, había un piano de cola y éstos no se caracterizan por ser muy pequeños… Como resultado, si queríamos dejar paso para poder recolocarnos, solo podría montar un punto de luz y, si fuera necesario, ayudarnos con un reflector.
Hice las pruebas de iluminación y, ¡sorpresa!, lo que en un principio pensaba en un inconveniente se transformó en un aliado: Las pequeñas dimensiones de la sala hicieron que la luz rebotara por sus paredes y techo suavizando aún más las sombras que proyectaba la luz principal. Podíamos comenzar…
Ajusté la velocidad de obturación en 1/200 seg. (hay que respetar siempre la velocidad de sincronización del flash) el diafragma a f/10 y el ISO a 400 (aumentar el ISO ayuda a bajar la potencia del flash y el sensor de mi cámara aún admite valores mayores sin que se vea afectado por el ruido). Con esos parámetros obtenía una exposición en negro que era lo que buscaba para que solo afectara la luz del flash. Sólo quedaba ajustar éste para iluminar la escena y comenzar a disparar. Al final (llegando a un equilibrio con los valores de exposición) ajuste su potencia a 1/4, de esa forma me aseguraba que los tiempos de reciclaje serían muy cortos y podía hacer varios disparos seguidos.
Tras poco más de una hora y cerca de un centenar de tomas en mi tarjeta, dimos la sesión por terminada. Todavía me quedarían los trabajos de edición… Pero eso es ya otra historia…
Muchas gracias a Fani y Leo por confiar en mí al ofrecerme la oportunidad de hacer este encargo.
Estos han sido los resultados…
Datos de las tomas:
Cámara: Sony DSLT A77
Objetivo: Sony DT 16-105 mm. f/3.5-5.6
Flashes: Neewer NW-561 - Youngnuo 460 II + cable Pc Sync + Softbox de 80 x 80 + gel de color (en algunas tomas)
Fondos modificados en la edición
17 mm. (25 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/200 seg. – ISO 400 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/200 seg. – ISO 400 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/200 seg. – ISO 400 |
50 mm. (75 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/200 seg. – ISO 400 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/9 – 1/200 seg. – ISO 400 |
20 mm. (30 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/200 seg. – ISO 400 |
45 mm. (67 mm. eq. en FF) – f/9 – 1/200 seg. – ISO 400 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/5.6 – 1/200 seg. – ISO 200 |
Me encantan, enhorabuena al fotógrafo y a los artistas
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Me alegro mucho que te gusten
EliminarMuy bonitas. Felicidades!
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Celebro que te lo parezcan
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