Tenía cierta curiosidad por la fotografía macro. Siempre me han gustado esas fotos de pequeños insectos, plantas u otros objetos, en los que se pueden ver hasta los más mínimos detalles con una gran definición. Sólo había un problema que siempre me ha frenado: el precio de las ópticas para conseguir esos resultados son caras…
Como ese “gusanillo” era difícil de quitar lo primero que hice (creo que lo más lógico para empezar) fue comprar unas lentes de aproximación. Me aconsejaron que lo hiciera con unas de calidad por lo que me las compré de la marca Hoya (+1, +2, +3 y +4) para utilizarlas con mis objetivos Sony DT 50 mm. f/1.8 SAM y con el Minolta 100-200 f/4.5. Los resultados no eran malos, son muy cómodas de utilizar y no restan pasos de luz, pero la calidad en los bordes de la toma se resiente consiguiendo los mejores resultados en el centro de la misma. No es un factor muy importante pero te limita a la hora de la composición.
Tiempo después compré un juego de tubos de extensión de 13, 20 y 36 mm. No es lo mismo que utilizar un verdadero objetivo macro ya que restan pasos de luz y te limitan el enfoque a un cierto rango de distancias, impidiendo hacerlo al infinito; pero lo más importante es que no restan calidad y los resultados son muy buenos. Eso ya era otra cosa…
Hace unos meses me topé con un compañero del foro Alphaspain que vendía un objetivo Sigma 90 mm. f/2.8 macro a un precio muy interesante. Busqué información por internet, pero la verdad no encontré mucha sobre este cristal y la poca que había estaba en inglés. Ese es el motivo por el cual me atrevo a redactar esta review. Tras ponerme en contacto con él, amablemente me resolvió todas las dudas que tenía y finalmente decidí comprárselo.
Focal: 90 mm. (135 mm. eq. en FF)
Abertura máxima: f/2.8
Abertura mínima: f/22
Diferencias entre pasos de diafragma: 1/3
Nº palas del diafragma: 6
Diámetro filtro: 52 mm.
Longitud: 64,5 mm.
Peso: 365 gr.
Distancia mínima de enfoque: 32 cm.
Factor de ampliación: 1/2 (con lente de +3 dioptrías llega a factor 1/1)
Primeras impresiones:
Es pequeño y, aunque su construcción es metálica y sólida, no es muy pesado. Tiene un parasol con el interior forrado de terciopelo negro para evitar luces parásitas que, una vez montado, duplica la longitud del objetivo. Al girar el aro de enfoque da una sensación extraña, es parecido a lo que harían unos engranajes mal engrasados; curiosamente desaparece al montarlo sobre la cámara y con el autoenfoque activado. Hay que reseñar también que el mencionado aro es muy estrecho lo que, unido a que queda muy junto del parasol, lo hace un tanto incómodo para enfocar manualmente.
Para facilitar su manejo y como tiene un recorrido muy amplio del aro de enfoque, tiene una palanca de bloqueo de distancias que funciona tanto en foco manual como en autofoco. Esta palanca tiene dos posiciones:
- Full – Recorrido completo del aro de enfoque.
- Limit – Según a la distancia en la que se encuentre limita el enfoque de 0,32 a 0,5 mts. ó de 0,5 mts. a infinito.
En el barrilete del objetivo sólo tiene la mencionada palanca de limitación del enfoque, una ventana indicadora de las distancias a la que lo está haciendo y un aro grande de goma, cuya única finalidad es la de facilitar su agarre.
El factor de ampliación sólo llega a 1/2. Originalmente venía con una lente para llegar a 1/1, pero esta copia no la tenía. Esto ya lo sabía antes de su adquisición y era una cosa que no me preocupaba porque, como ya he comentado, tengo unas lentes de aproximación de cierta calidad con las que puedo llegar a ese factor o incluso superarlo.
Pruebas:
Lo primero que hice fue probarlo a su máxima abertura y en su mínima distancia de enfoque. Los resultados me indicaron que, en esas circunstancias, es un objetivo que necesita mucha luz, de lo contrario tiene un enfoque un tanto “blando”. No me preocuparon esos resultados ya que en fotografía macro siempre utilizo aberturas intermedias o cerradas para conseguir un poco de profundidad de campo. Por otro lado, cuando cerramos el diafragma la cosa cambia bastante y los resultados mejoran notablemente.
A77V - f/16 - 1/160 seg. - ISO 100 |
A77V - f/11 - 1/160 seg. ISO 100 |
A700 - f/6.3 - 1/100 seg. - ISO 800 |
A700 - f/16 - 1/125 seg. - ISO 200 - Close-up Hoya +4 - Flash TTL |
A700 - f/8 - 1/125 seg. - ISO 200 - Flash 1/16 pot. - Reflector blanco |
A700 - f/16 - 1/125 seg. - ISO 200 - Flash 1/8 pot. - Reflector blanco - Close-up Hoya +4 |
A77V - f/7.1 - 1/6 seg. - ISO 400 |
A77V - f/2.8 - 1/20 seg. - ISO 400 |
El autofoco es lento y un tanto ruidoso, por lo que su utilización requiere un poco de paciencia. No obstante, en fotografía macro, normalmente lo posiciono manualmente en la distancia que quiero y enfoco acercándome o alejándome.
La sorpresa fue cuando lo empecé a utilizar como objetivo para retratos. El enfoque, como ya he comentado, es lento y ruidoso pero muy preciso por lo que, siempre que se utilice de una forma tranquila y relajada, los resultados pueden llegar a ser sorprendentes. El bokeh (desenfoque) que genera, pese a tener sólo 6 palas en el diafragma, es muy cremoso y uniforme, motivo por lo que lo hace ideal para utilizarlo en esa disciplina. Tambien ayuda en esto su focal, que junto a su utilización con un sensor APS-C (con factor de recorte), lo convierten en un 135 mm.
A700 - f/5.6 - 1/100 seg. - ISO 160 |
A700 - f/3.2 - 1/160 seg. - ISO 200 |
A700 - f/2.8 - 1/100 seg. - ISO 200 |
A700 - f/6.3 - 1/250 seg. - ISO 400 |
A700 - f/2.8 - 1/125 seg. - ISO 800 |
A700 - f/7.1 - 1/60 seg. - ISO 400 - CE: +1 |
A700 - f/3.5 - 1/160 seg. - ISO 400 |
A700 - f/5 - 1/125 seg. - ISO 400 - CE: +1 |
Conclusión:
Es un buen objetivo, tanto si lo utilizamos como objetivo macro como si lo hacemos de “retratero”, siempre que lo hagamos con cierta tranquilidad y calma. Aunque no es el caso de la mayoría de las fotos de esta entrada, lo anterior se puede ver incrementado si se utiliza con una cámara con ayudas al enfoque manual. Por ejemplo, la Sony A77 tiene focus peaking y ampliación de área de enfoque, con lo que es muy sencillo y preciso hacer foco en el punto deseado.
Como dice una canción de Miguel Rios: “Los viejos rockeros nunca mueren” y esto se puede trasladar también a algunas ópticas. Ésta en concreto, pese a tener ya unos cuantos años, consigue unos resultados que supongo poco podrán envidiar a los de otras de, presumiblemente, mayor calidad y por supuesto precio. No obstante no he probado esos objetivos "pata negra", por lo sólo es una apreciación personal ya que no puedo comparar los resultados con otras ópticas. Pero sí que me atrevo a afirmar que ésta, sobre todo con los precios por los que se puede adquirir, me ha dejado muy satisfecho. Creo que será un objetivo que me va a acompañar durante muchos años.
Lo malo que pesa una tonelada. Si fuera 1:1 sería más interesante, pero en general estoy de acuerdo contigo.
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