Boca do Inferno
Hace mucho, mucho tiempo, en un castillo en Cascais, vivía un terrible hechicero. Un día al conocer a una doncella quedó impresionado por su belleza y decidió casarse con ella, no cabía duda de que era la más bella del reino. Pero un día, celoso y con miedo a perderla, decidió encerrarla en la torre más alta y escogió como guardián a su caballero más fiel. Éste, curioso, decidió subir hasta la torre para ver a quién tenía encerrado el hechicero. Al abrir la puerta, quedó fascinado por la bella dama y se enamoraron locamente. Un día, decidieron huir y salieron cabalgando por la costa. Al enterarse el hechicero, creó una grandiosa tempestad haciendo que las rocas por las que pasaban se abriesen, como una grandiosa boca del infierno que se los tragó para siempre.
Todos lugares espectaculares tienen su propia leyenda... Ésta corresponde a la "Boca do Inferno", aunque posiblemente la realidad sea un tanto diferente. Durante miles de años el mar ha azotado estas rocas calizas en la Costa de Estoril y ha originado aberturas que en tiempos de gran oleaje originan estruendosos sonidos. Por ello, hay quién cree que es posible oír al mismo demonio enfurecido gritar…
Cascais
Antiguo pueblo de pescadores, es una pequeña localidad costera situada a apenas 30 kilómetros de Lisboa. Desde principios del siglo XX ha sido destino de artistas y aristócratas (entre ellos, la familia real española durante su exilio).
Hoy en día, es uno de los lugares cercanos a Lisboa más visitados y con mejor ambiente. Atrás ha dejado ese aire exclusivo para convertirse en centro de festivales y conciertos en verano. También ofrece, gracias a sus playas, diversas posibilidades para los amantes del surf y la vela (Cascais ha sido anfitriona oficial del Campeonato del Mundo de la ISAF en la navegación de yates de carreras). En los últimos años, también se ha convertido en un destino interesante para los aficionados al golf, pues cuenta con más de diez campos.
Estoril
Conocida hasta unos años como la Riviera Portuguesa, Estoril es otra de las localidades costeras cercanas a Lisboa que puede visitarse perfectamente en una tarde. Está conectada con Cascais a través de un bonito paseo marítimo (se puede ir a pie de una villa a la otra en apenas media hora).
No cabe duda que lo más famoso en esta localidad es su Casino. Teníamos una visita programada pero decidí no ir por dos motivos: primero, no dejaban entrar con cámara fotográfica (¡eso no se puede pedir a una aficionado como yo…!) y, segundo, no soy partidario de ver un lujo que ni puedo y ni quiero disfrutar (qué lo voy hacer, soy un poco raro…). Durante ese tiempo decidí dar un paseo por la playa de Tamariz (justo enfrente del casino y a los pies del Chalet Barros –edificio que siempre sale en las fotos de Estoril y que parece un castillo medieval-). La luz que “bañada” esas horas de la tarde y la tranquilidad que se respiraba me confirmaron que no me equivoqué en la decisión tomada.
Cámara: Sony DSLR A700
Objetivo: Sony DT 16-105 mm. f/3.5-5.6
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