Cuenta la leyenda que un pastor encontró una imagen de la virgen en lo alto de un acantilado. Pronto se apresuró a llevarla al pueblo para comunicar la nueva y ubicarla en un lugar para su veneración. Al día siguiente la imagen de la virgen había desaparecido. Regresaron al lugar donde fue encontrada y allí la hallaron. Volvieron a trasladarla al pueblo varias veces más, pero la virgen, caprichosa, volvía una y otra vez a su emplazamiento original. Entendieron de esa forma que era allí donde la virgen quería estar y decidieron construirle una ermita.
Quizás sea leyenda, pero es la única forma de entender cómo pudieron hacer esa construcción en semejante lugar… Eso, o que no estaban muy bien de “la azotea”…
La ermita Mare de Deu de la Pertusa es una pequeña construcción románica ubicada en lo alto de un acantilado a 685 metros de altura sobre las aguas del embalse de Canelles. La primera documentación data del año 1.165 y, en sus inicios, se encontraba adosada al castillo de Sant Llorent del que todavía pueden verse restos de su torre.
Para llegar hasta allí lo haremos viajando hasta el precioso pueblo de Àger, en Lleida, para tomar una estrecha carretera que nos conducirá hasta Corçà. Siguiendo ésta llegaremos hasta un parking no muy grande donde podremos estacionar el vehículo. Esto último hay que tenerlo en cuenta en temporada alta, ya que lo podremos encontrar lleno, lo que nos obligará a volver al pueblo para dejar el coche.
Una vez allí la ruta es sencilla, pero quizás no apta para aquellas personas que les disguste las alturas o que directamente tengan vértigo. También debemos tener mucha precaución: un resbalón, un tropezón o un descuido puede suponer una caída de casi 700 metros. Lo dicho, mucho cuidado donde ponemos los pies...
Pero una vez al final del trayecto llega la recompensa y el paisaje es impresionante: La vista del pantano de Canelles con la Sierra del Montsec al fondo y, todo ello, colgados literalmente sobre las paredes del acantilado que rodea a la ermita, da un aspecto totalmente irreal y un tanto onírico que hace volar tu imaginación. Es recomendable sentarse sobre la roca, en silencio, simplemente para disfrutar de las vistas y, porqué no, de la observación de aves en vuelo como buitres, quebrantahuesos y águilas reales.
Quizás las fotos no muestren la majestuosidad del lugar. Además, como casi en toda España, el pantano estaba muy bajo y restaba algo de belleza al lugar. Por eso os invito a ver un video editado por el Cámping de la Vall D’Àger donde, a vista de dron, se puede apreciar en todo su esplendor.
Datos de las tomas:
Cámara: Sony DSLT A77
Objetivo: Sony DT 16-105 mm. f/3.5-5.6
CE: Compensación de la exposición
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| 17 mm. (25 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/250 seg. – ISO 100 – Recorte en formato 1/2 |
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| 35 mm. (52 mm. eq. en FF) – f/5 – 1/1250 seg. – ISO 100 – CE: -0.3 |
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| 105 mm. (157 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/250 seg. – ISO 100 |
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| 20 mm. (30 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/250 seg. – ISO 100 |
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| 16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/320 seg. – ISO 100 |
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| 105 mm. (157 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/400 seg. – ISO 100 |
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| 16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f10 – 1/320 seg. – ISO 100 |
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| 16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/320 seg. – ISO 100 |
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| 16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/320 seg. – ISO 100 |
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| 16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/6.3 – 1/160 seg. – ISO 100 – CE: -0.3 |
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| 16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/320 seg. – ISO 100 – Panorámica de 7 tomas con idénticos parámetros. |
