Dar una idea de esta ciudad con un texto corto y unas pocas fotos es un reto un tanto complicado, al menos para mí, pero voy a intentarlo…
La capital de Letonia se ha convertido en los últimos años en uno de los destinos turísticos más interesantes de toda Europa. En su centro histórico se encuentran la mayor colección de edificios art nouveau del viejo continente, motivo por el cual la UNESCO, en el año 1.997, la declaró Patrimonio de la Humanidad.
Aunque es una ciudad relativamente grande, podemos conocerla andando tranquilamente ya que, casi todo lo interesante, se concentra en su casco histórico. Allí se ubican los dos edificios más icónicos de todo Riga. Me refiero a La Casa de los Cabezas Negras y la casa Schwab y como tal, aparecen en todas las fotos y postales que podáis ver de la ciudad.
En realidad son dos edificios muy recientes, ya que se construyeron en el año 1.999. Los originales fueron arrasados durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y, posteriormente, los soviéticos los demolieron por completo. Con la independencia de Letonia se inició el proyecto de su reconstrucción.
La Hermandad de los Cabezas Negras era la asociación más importante de mercaderes y comerciantes de la remota región de Livonia (hoy en día Estonia y Letonia). Se inició en el siglo XIV y, un requisito curioso que me llamó la atención, es que todos sus integrantes tenían que ser solteros. Su actividad terminaría durante la Segunda Guerra Mundial, cuando fue disuelta.
Una de las plazas con más vida de la ciudad es la plaza Livu. Se originó durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, cuando los edificios que allí se encontraban fueron destruidos. Nunca se volvieron a reconstruir y, poco a poco, se fue transformando en una de las plazas con más vida y encanto de toda la ciudad, sobre todo en verano, cuando los restaurantes abren sus terrazas y la plaza se adorna con gran cantidad de flores de todo tipo.
En esa misma plaza nos encontramos con el edificio del Pequeño Gremio que, en su día, servía para acoger el gremio de los artesanos alemanes de Riga. Es de estilo neogótico y destaca, sobre todo, por la hermosa torre de la entrada.
El templo luterano más importante de la ciudad es la catedral de Riga, conocida también como la catedral Dome (denominación procedente del alemán). En ella están presentes varios estilos: románico, gótico y barroco. Su interior resulta muy austero, ya que gran parte de toda su decoración se perdió durante su reforma.
Otro templo luterano, famoso por su torre-mirador, es la Iglesia de San Pedro. Se construyó en el siglo XII y, a lo largo de su historia, ha pasado por varias reconstrucciones y modificaciones. Una de las cosas que me llamó la atención de esta iglesia son la tres puertas de acceso situadas en la fachada principal, son prácticamente iguales entre sí. Más tarde supimos que era una de las curiosidades de este templo.
Uno de los lugares que, en un principio, menos me interesaba ver y que estaba incluido en el programa, era la visita al Museo del Motor de Riga. Perder casi una tarde completa viendo coches, pudiendo aprovechar ese tiempo para conocer mejor la ciudad, era una de las cosas que no me hacía demasiada gracia pero, ¡qué le vamos a hacer!, es el “precio” que hay que pagar al ser un viaje organizado… Una vez en su interior, tengo que reconocer que estaba totalmente equivocado… Es un lugar altamente recomendable y, si lo deseáis ver en unas pocas horas, con toda seguridad que se os va a hacer una visita muy corta. En sus espaciosas salas, nos encontramos con más de 100 vehículos y alguna que otra exposición privada. Si eres amante del motor, yo que tú no me lo perdería; y si no lo eres, también…
Como broche final y antes de ir al hotel, finalizamos el día dando con un relajante paseo por la playa. Un baño en el mar Báltico hubiera estado mucho mejor pero, quizás hubiese sido pedir demasiado…
Cámara: Sony DSLT A77
Objetivo: Sony DT 16-105 mm. f/3.5-5.6
CE: Compensación de la exposición
Casa de los Cabezas Negras y la casa Schwab
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/500 seg. – ISO 100 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/4.5 – 1/25 seg. – ISO 400 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/3.5 – 1/25 seg. – ISO 400 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/3.5 – 1/25 seg. – ISO 400 |
Plaza Livu
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/7.1 – 1/200 seg. – ISO 100 |
Edificio del Pequeño Gremio
16 mm. (24mm. eq. en FF) – f/9 – 1/125 seg. – ISO 100 |
Catedral de Riga
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/125 seg. – ISO 100 |
28 mm. (42 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/50 seg. – ISO 400 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/9 – 1/125 seg. – ISO 100 |
Iglesia de San Pedro
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/250 seg. – ISO 100 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/200 seg. – ISO 100 |
22 mm. (33 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/250 seg. – ISO 100 – CE: -0.7 EV |
6 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/200 seg. – ISO 100 - Recorte en formato 1/2 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/320 seg. – ISO 100 |
Museo del Motor de Riga
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/160 seg. – ISO 100 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/3.5 – 1/50 seg. – ISO 800 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/5 – 1/60 seg. – ISO 800 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/3.5 – 1/40 seg. – ISO 800 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/4 – 1/60 seg. – ISO 800 |
Mar Báltico
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/200 seg. – ISO 100 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/250 seg. – ISO 100 |