Puede que muchos viajeros pasen de largo al cruzar este pueblo ya que la carretera casi lo esquiva, pero no os dejéis engañar… Tras una fachada fría e impersonal Bergara esconde una gran belleza en su interior con elementos patrimoniales únicos. Desde luego me llevé una gran sorpresa, tanto desde el punto de vista cultural como paisajístico.
Bergara es considerada históricamente como la capital del Alto Deva. Está ubicada en un cruce de caminos entre las vías de comunicación de la costa cantábrica y la meseta castellana.
Con la irrupción de la industria a finales del siglo XIX, Bergara se convirtió en un importante centro metalúrgico y textil; la producción de esto último llegó a ser tan importante que hasta hay un tipo de tejido denominado “azul bergara”.
Es considerada una villa medieval que ha sabido conservar sus monumentos más antiguos y valiosos. En el núcleo histórico encontramos edificios renacentistas, como la casa Agirrebeña o la casa Arrese (con sus balcones en dos vertientes), o góticos, como la casa en la que nació el escritor Koldo Eleizalde.
La iglesia parroquial de San Pedro de Ariznoa, con su esbelta torre barroca, es otro de los edificios más destacados de esta población. En su interior se encuentra uno de los primeros retablos renacentistas construidos en el País Vasco y El Cristo de la Agonía que, situado en la capilla bajo el coro, es calificado, por numerosos críticos y expertos, como una de las mejores imágenes del barroco universal.
No podemos dejar de visitar el palacio de Errekalde. En su origen fue una antigua torre bajo medieval que, posteriormente, fue transformada en un palacio renacentista para luego convertirse en un palacete romántico. De valor excepcional son los jardines que lo rodean. Actualmente en su interior se encuentra el museo de la historia de la ciencia (denominado Laboratorium) y la oficina de turismo.
Es conveniente sacar un poco de tiempo para dar un paseo por sus alrededores y disfrutar así de su paisaje. Las magníficas vistas del valle del Deba y de la propia villa, de seguro que no os dejarán indiferentes.
Gracias a María José e Igor que, actuando como anfitriones, nos hicieron pasar un magnífico fin de semana.
Más información
Datos de las tomas:
Cámara: Sony DSLR A700
Objetivo: Sony DT 16-105, f/3.5-5.6
CE: Compensación de la Exposición
16 mm. (24 mm. eq. en FF) - f/9 - 1/250 seg. - ISO 100 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/3.5 - 1/3 seg. - ISO 1600 - Apoyo de cámara |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/3.5 - 1/10 seg. - ISO 800 - Estabilizador activado |
Dos exposiciones: 1ª - 16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/8 - 1/40 seg. - ISO 800 2ª - 16 mm. (24 mm. eq. en FF) - f/4.5 - 1/13 seg. - ISO 800 - Estabilizador activado |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/11 - 1/30 seg. - ISO 100 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/4 - 1/80 seg. - ISO 800 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/5.6 - 1/30 seg. - ISO 1250 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/3.5 - 1/160 seg. - ISO 1600 - CE: +0.7 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/3.5 - 1/80 seg. - ISO 1600 - CE: +0.3 |
50 mm. (75 mm. eq. en FF) - f/5 - 1/400 seg. - ISO 100 |
50 mm. (75 mm. eq. en FF) - f/5 - 1/400 seg. - ISO 100 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/11 - 1/125 seg. - ISO 100 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/9 - 1/40 seg. - ISO 100 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/3.5 - 1/50 seg. - ISO 400 - Destellos potenciados en la edición |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/7.1 - 1/125 seg. - ISO 400 |
28 mm. (42 mm. eq. en FF) - f/7.1 - 1/60 seg. - ISO 400 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/7.1 - 1/50 seg. - ISO 400 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/3.5 - 1/320 seg. - ISO 200 |
16 mm. (24 mm. eq. en FF)- f/7.1 - 1/30 seg. - ISO 400 |
55 mm. (83 mm. eq. en FF) - f/5.6 - 1/30 seg. - ISO 200 |
26 mm. (39 mm. eq. en FF) - f/9 - 1/60 seg. - ISO 100 - Trípode - Temporizador 10 seg. |