viernes, 25 de noviembre de 2016

Líneas guía

Casi todos llevamos siempre una cámara de fotos encima. Hasta el teléfono móvil más sencillo lleva una incorporada que nos puede ofrecer resultados de cierta calidad. Ese es el principal motivo por el que nunca antes se habían tomado tantas fotos como ahora.

Y digo bien, tomado… Llevo ya unos años (más con peor que con mejor fortuna) intentando no tomar fotos, sino hacerlas; pensando y reflexionado sobre lo que tengo delante antes de oprimir el disparador.

El proceso que sigo podría resumirse así: miro, elijo, veo, encuadro, compongo y finalmente disparo.

Los mecanismos necesarios para conseguir una buena exposición, así como el conocimiento de nuestra cámara son muy importantes, pero, cada vez más, debemos reconocer que las cámaras actuales nos facilitan todo ese trabajo dejándonos para nosotros quizás el más importante: Componer.

Disponemos de muchos recursos que nos pueden facilitar ese trabajo: el desenfoque, la “regla de los tercios”, el “espacio negativo”, la “ley de la mirada” y tantos otros, o incluso todo lo contrario, rompiendo con todo lo aprendido… Uno muy sencillo son las líneas guía. Las podemos encontrar en casi cualquier sitio, sólo hay que buscarlas: Caminos, árboles, ramas, barandillas, escaleras… nos pueden servir para guiar la mirada del espectador a través de nuestra fotografía.

En este primer ejemplo un camino en forma de “S” nos adentra hasta el fondo de de la composición. Estas formas son un elemento muy recurrente en fotografía: la suavizan, aportan sensualidad, transmiten profundidad y nos ayudan a dirigir la mirada.

Sony DSLR A700 - Sony DT 50 mm. f/1.8 SAM - f/10 – 1/160 seg. – ISO 400

En el siguiente ejemplo, nuevamente una línea nos guía por toda la composición "obligándonos" a recorrer el encuadre de izquierda a derecha, como si de un párrafo se tratase, facilitándonos así su “lectura”.

Sony DSLR A700 - Sony DT 50 mm. f/1.8 SAM - f/9 – 1/60 seg. – ISO 400 – Estabilizador de cámara activado


Por último, en este otro ejemplo, las ramas hacen de guía y nos llevan hasta el centro de interés de la toma. Su inclinación nos provoca cierta tensión que es contrarrestada con el formato elegido (apaisado 1/2) que nos transmite tranquilidad y estabilidad.

Sony DSLR A700 - Sony DT 50 mm. f/1.8 SAM - f/5 – 1/100 seg. – ISO 400 - Recorte en formato 1/2


Las líneas están ahí... ¡Buscarlas e incluirlas en vuestras composiciones!

lunes, 21 de noviembre de 2016

La imagen no es fotografía

“La fotografía está en proceso de extinción y le quedan entre 20 y 30 años de vida. la fotografía será sustituida en el futuro por la imagen, un lenguaje al que no le interesa la calidad, el arte ni la memoria”.

"La imagen no es fotografía. Cambiamos el concepto de fotografía. Pasamos para otra cosa. Y estamos en un proceso de eliminación de la fotografía”.

"Fotografía era una memoria, una referencia. Hoy la imagen es un lenguaje. Instagram es otra cosa. Lo que yo hago no es eso. Lo que yo hago es fotografía. Eso es imagen, que es otro concepto”.


Datos de las tomas: 
Cámara: Sony DSLR A700
Objetivo: Sony DT 50 mm., f/1.8 SAM (75 mm. eq. en FF)

Fotos: Pozo de Pigalo y Val de luesia

f/10 – 1/200 seg. – ISO 100 – Promedio de 7 tomas

f/2 – 1/2500 seg. – ISO 100

f/8 – 1/80 seg. – ISO 400

f/13 – 1/125 seg. – ISO 200

f/5 – 1/100 seg. – ISO 400 - Recorte en formato 1/2

f/10 – 1/160 seg. – ISO 400

f/9 – 1/60 seg. – ISO 400 – Estabilizador de cámara activado

f/4.5 – 1/160 seg. – ISO 400

f/2.5 – 1/640 seg. – ISO 200

f/2.5 – 1/160 seg. – ISO 400

martes, 15 de noviembre de 2016

Ver, ver, mirar...

Datos de la toma:
Cámara: Sony DSLR A700
Objetivo: Sony DT 16-105 mm., f/3.5-5.6
Focal: 16 mm. (24 mm. eq. en FF)
Diafragma: f/9
Velocidad: 1/125 seg.
Velocidad ISO: 100

Cada vez estoy más convencido de que la forma correcta de practicar este arte (o afición, o pasión, o… llámalo como quieras) es de una forma lenta, consciente y pausada. Viéndolo todo, pero mirando lo que vemos. Sólo de esa forma podemos ser conscientes de aquello que tenemos delante.

Caminando por el Cerro de Santa Catalina, en Gijón (Asturias), cuando nos dirigíamos hacia el “Elogio del Horizonte” me di cuenta del reflejo que se producía en un pequeño charco que había en el camino. ¡Aquí hay foto! pensé y busqué el ángulo adecuado para encuadrar. Mi cámara no dispone de visión directa, cosa que no me importa, ni siquiera lo echo de menos y, además, me lo paso mejor con esa “deficiencia” ya que me veo obligado a imaginar la composición.

Tenía el motivo principal, había ajustado la exposición, había enfocado manualmente utilizando la hiperfocal, había hecho alguna foto de prueba buscando la composición adecuada, pero me faltaba algo para “compensar” la toma. Una pequeña espera y ese “algo” no tardó en aparecer: Una mujer caminaba hacia donde yo me encontraba. Ella compartiría protagonismo y nivelaría los “pesos”. Con todos los parámetros seleccionados, ajusté el zoom en 16 mm. (sabía que tocaría recortar), bajé la cámara hasta el charco e hice la foto.

El resto (ya en la edición) fue fácil:

Nivelé el horizonte y recorté para recomponer la toma. Como una parte importante de la fotografía es el reflejo que produce, decidí centrar el horizonte. En reflejos suele funcionar mejor este tipo de soluciones.


Intenté que tanto la persona como el monumento se acercaran a los tercios del encuadre (esto era un elemento que no podía controlar muy bien en el momento de la exposición). De esa forma, como ya he comentado, intentaría compensar los “pesos” de la toma.


Además, el contorno del charco nos guía la vista hacia la persona que, pese a su menor tamaño, gana protagonismo con esa circunstancia.


Para finalizar, ajusté curvas por zonas (cielo y tierra), controlando no perder información tanto en altas luces como en sombras.

Puede que con un recorte más drástico hubiera “ganado” en la composición final de la foto, pero no me permito hacer recortes de más de un 10 a un 15 % del tamaño total. Pienso que eso me obligará a esforzarme más en las próximas ocasiones.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Un paseo por Gijón

El día no prometía mucho, la verdad: Llovía y a veces con intensidad. No obstante, no se podía hacer otra cosa, era visitar Gijón sí o sí.

Con esas condiciones, empezamos nuestro paseo por la Playa de San Lorenzo. Tomamos un café esperando a que amanainara, pero no lo hizo. Así pues nos refugiarnos en las Termas Romanas de Campo Valdés que, por cierto, son de obligada visita para todo turista que se precie de ello.

Muy cerca de allí está la Iglesia de San Pedro presidiendo la costa gijonesa. Sólo pudimos admirar su impresionante fachada ya que el interior estaba cerrado.

Continuamos por el Cerro de Santa Catalina para dirigirnos a Cimadevilla (antiguo barrio de pescadores que conserva edificaciones, trazado y ambiente propio de su pasado marinero). En el mencionado Cerro de Santa Catalina nos encontramos con el símbolo turístico de la ciudad y un icono de cultura: El Elogio del Horizonte, una impresionante obra de Eduardo Chillida.

Continuamos paseando (ahora llueve ahora no) por Cimadevilla, disfrutando con las vistas al Puerto Deportivo, la Plaza Soledad, el Palacio de Revillagigedo, la Plaza Mayor con el Ayuntamiento de Gijón y todas esas callejuelas que son un verdadero placer para el visitante.

Comimos muy bien pero no recuerdo dónde. No importa, tras unos días por tierras asturianas hemos constatado que lo hagas donde lo hagas, de seguro que todo estará exquisito, abundante y muy bien de precio.

No salió tan mal el día, después de todo…

Un consejo: Si llueve, proteger convenientemente el equipo y a vosotros mismos y hacer fotos, muchas fotos. No se os ocurra recoger la cámara.

Datos de las tomas:
Cámara: Sony DSLR A700
Objetivo: Sony DT 16-105 mm. f/3.5-5.6
CE: Compensación de la exposición.

24 mm. (36 mm. eq. en FF) – f/4.5 – 1/500 seg. – ISO 100

45 mm. (67 mm. eq. en FF) – f/6.3 – 1/200 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/100 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/50 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/60 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/60 seg. – ISO 100 CE: +0.7 – Recorte en formato ½

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/9 – 1/125 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/9 – 1/125 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/9 – 1/125 seg. – ISO 100

24 mm. (36 mm. eq. en FF) – f/11 – 1/80 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/60 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/8 – 1/60 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/100 seg. – ISO 100

16 mm. (24 mm. eq. en FF) – f/10 – 1/50 seg. – ISO 100

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Una libélula viene a verme

Hace poco tuvimos la visita de este vistoso insecto. Por su particular fisonomía siempre me había llamado la atención pero, debo reconocer que como con tantas otras cosas, no sabía nada de él. Eso y el verlo a finales de octubre con los primeros fríos del otoño, hizo que me despertara la curiosidad.

En cuanto tuve un rato recurrí a la Wikipedia, ¡vendita Wikipedia...! Se denominan anisópteros. Su habitad natural son la cercanías de lagos, charcos, ríos y tierras pantanosas. Se alimentan de mosquitos y otros pequeños insectos (moscas, abejas, mariposas y polillas). No pican a los humanos y son valiosos depredadores para nosotros, ya que controlan las poblaciones de moscas y mosquitos.

Los huevos eclosionan en ninfas y durante esta etapa se alimentan de larvas de mosquitos para, más adelante, hacerlo de otros invertebrados o incluso vertebrados, como renacuajos y peces.

El ciclo de su vida, desde la fase de huevo hasta su muerte en edad adulta, puede llegar, en algunos casos, hasta los siete años. La mayor parte de su vida transcurre en forma de ninfa, debajo de la superficie del agua. La etapa larval de las libélulas de gran tamaño puede durar hasta cinco años, después se metamorfosea en adulto en la forma que conocemos.

Durante cuatro días disfrutamos de su compañía, ya que convirtió una de las luceras de mi casa en su vivienda particular. Como ya os podéis imaginar, en ese periodo aproveché para hacerle unos cuantos “retratos”. Me hubiera gustado que al final hubiera desaparecido sin más, pero no; por lo visto había llegado el final de su edad adulta...

Datos de las tomas:
Cámara: Sony DSLR A700
Objetivo: Sigma 90 mm. f/2.8 Macro (135 mm. eq. en FF)
Otros: Flash Mezt 36 AF-4S / Flash Yongnuo 460 II / Difusor blanco / Lente de aproximación Hoya +4

f/10 - 1/60 seg. - ISO 1600

f/6.3 - 1/100 seg. - ISO 800

f/16 - 1/125 seg. - ISO 200 - Close-up Hoya +4 - Flash TTL

f/16 - 1/125 seg. - ISO 200 - Flash TTL

f/8 - 1/125 seg. - ISO 200 - Flash 1/16 pot. - Reflector blanco

f/11 - 1/125 seg. - ISO 200 - Flash 1/8 pot. - Reflector blanco

f/16 - 1/125 seg. - ISO 200 - Flash 1/8 pot. - Reflector blanco - Close-up Hoya +4

f/16 - 1/125 seg. - ISO 200 - Flash 1/8 pot. - Reflector blanco - Close-up Hoya +4